Cuando la tormenta muere la humedad del aire se convierte en gotas de rocio, pero cuando el amor muere la tormenta se desata dentro del alma y corazón y de tus ojos
caen gotas de agua salada que recorren y amargan tus mejillas.
Los sufrimientos brotan en suspiros y sientes que tu cuerpo muere despacio, te atrapa un estado de depresión, que te maten u atropellen dá lo mismo.
Sientes que te mueres de tristeza y quieres mendigar por una caricia y un poco de amor, tu cielo es triste y tu entorno gris, ¡ Dios mio!, no se puede evitar este dolor ni se sabe como sobrevivir.
Si ya se apagaron los ecos de recuerdos amorosos y nada te consuela, nada te reanima, sientes que nadie cerrará esta herida, que todo es una mentira y que hasta la mentira es solo falsedad.
Sé fuerte y resiste, duerme en paz y por esta vez escóndete dentro de los brazos de una mirada buena, cierra la puerta al dolor y permite a tu alma la oportunidad de un nuevo amor.
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