jueves, 30 de septiembre de 2010

"Todo acabó"

Los restos de un gran amor humean entre las cenizas aun tibias de los recuerdos.

Una pequeña llama vacila y palidece bajo la sombra de los últimos acontecimientos.

La pasión obsesiva se ha extinguido sobre las amargas prendas de la desilución y los celos.

Qué lejanos se escuchan aquellos dulces besos cuyo roce y calor atraparon estos labios mios.

La noche se posesiona de la rubia tarde que poco a poco sucumbe bajo las notas cálidas de una guitarra.

El apagado rumor de pasos alejándose salpica con su despedida el fulgor de un lucero lejano.

Las sombras densas y negras se alojan enmedio de éstos dos mustios, frios y solitarios brazos.

Y ya se escucha el suspirar de las hojas entre las ramas de los pinos al ser abrazadas por el viento.

Pensarán que le maldije, pero no fué así, todo lo contrario con toda mi alma le bendije.

Porque gracias a él más alto que el cielo volé y no me avergüenza decir cuánto le amé.

Y que a través del brillo azul de su pupila entre sus brazos y al compás de unas bellas notas una noche dancé mi último vals.

Sin embargo de la embriaguéz pasé al dolor terrible y sombrío ¡todo acabó!, ¡todo es dolor!, él ya tiene un nuevo amor.

Soportaré, resistiré, viviré, porque siempre habrá la luz de un nuevo amanecer de fe y esperanza.

¡Claro que si!, ¡sobrevivirè!

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